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No hace falta irse a una low cost, viajar sin maleta y soportar una lotería a bordo para encontrar las mejores tarifas del mercado.Con un poco de astucia se puede volar con una compañía grande, cómodo y a precios pequeños (aunque suene a slogan publicitario). Toma nota y aplícatelo la próxima vez que pienses en reservar un vuelo.

1. 21 días. No se trata del programa de Adela Ucar, sino de el período óptimo de antelación para hacerse con el mejor precio. Y todo porque los sistemas de venta de billetes emplean complejos algoritmos que hacen variar los precios de día en día. Si las ventas no son significativas, tres semanas antes suelen rebajarlos porque para las aerolíneas es mejor llenar el avión con pasajes más baratos que hacer volar un avión vacío. Si compras muy pronto te perderás estas rebajas. Si lo haces horas antes lo pagarás a precio de oro.

2. Nunca en los días previos. Unos días antes de despegar los precios se disparan. ¿Y eso por qué? Por lo que en el argot aeronáutico se llama ‘oferta dinámica’. Resulta que la mayor parte del pasaje aéreo vuela por motivos de trabajo y son las empresas las que adquieren los billetes. Es raro que con meses de antelación sepan que van a tener una reunión tal día y a tal hora. Como no les queda otra, pagan lo que sea. Y eso encarece un horror los vuelos. Sé previsor, tú que puedes.

3. Compra en martes. Estadísticamente es el día más barato. Los viajeros eventuales (o sea, tú) suelen buscar vuelos tranquilamente en fin de semana. Las aerolíneas lo saben y suben los precios esos días. El martes, a eso de las 19:00 GMT resetean las tarifas. Recuerda: en España con el horario de verano vamos dos horas por delante, así que ponte a buscar a las 21:00.

4. Vuela en martes o miércoles. Son los días con menos viajeros. Además, con un poco de suerte, tendrás más sitio en el avión.

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5. Borra las cookies. ¿Te has dado cuenta de que basta que hayas buscado un vuelo para que cada vez que abres una página web te salga publicidad de esa compañía? Échale la culpa a las dichosas cookies. Las mismas que hacen que cada vez que miras el precio de un billete en la misma sea incomprensiblemente más caro. Si miras dos o más veces en una web de compra de vuelos es porque estás interesado. Las aerolíneas lo saben y se aprovechan. No se lo pongas fácil. Cárgate las cookies.

6. Compara. El mismo billete en webs diferentes suele variar de precio. Y es tu dinero. Antes de darle al click estate seguro de que es la mejor tarifa. Páginas como skyscanner mirayvuela.com o kayak.es rastrean los precios más económicos. Sé listo, paga menos.

7. Suscríbete a las newsletters. Cada cierto tiempo las compañías aéreas sacan ofertas relámpago, de esas que duran 48 horas. Espabila, porque los pasajes baratos son pocos y se agotan a toda velocidad.

8. Mira en aeropuertos secundarios. Suelen ser más baratos (volar a Granada suele ser más económico que hacerlo a Málaga, por ejemplo). Eso sí, antes de confirmar el pago chequea cuánto te costará ir a tu ciudad de destino. En dinero y en tiempo. A veces, no compensa.

9. Acumula puntos en las tarjetas de fidelidad. No te avergüences por tener un carrusel de tarjetas de viajero frecuente de todos los conglomerados aéreos (la One World de Iberia o British Airlines, la Sky Miles de Air Europa o Alitalia…). Úsalas en hoteles, gasolineras o comercios asociados. Te puedes ahorrar muchos euros en los billetes.

 

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Via WhisMZ