En Enero del año 2019 comienza nuestra nueva aventura por el Sudeste Asiático, una cuya ruta a diferencia de otras veces, no ha sido todavía demasiado estudiada.

Alguna de nuestras prioridades para este viaje era poder visitar rincones que dos años antes debimos perdernos, entre ellos el norte de Tailandia y de Vietnam, y a poder ser alguna que otra isla paradisíaca en estos países o la cercana Malasia (lugar desde el que comenzaría y terminaría el viaje).

La isla de Koh Lanta

Enfrascados en estas necesidades y buscando descubrir alguno de los rincones más bonitos y auténticos del sur de Tailandia, descubrimos Koh Lanta, y así definimos nuestra primera parada.

Situada en el mar de Andamán, muy cerca de las archiconocidas islas de Koh Phi Phi, Koh Lipe o la bahía de Railay (algunos de los escenarios de la película que las hizo famosas “la playa”), descubrimos una posibilidad igual de maravillosa pero bastante menos turística y congestionada llamada Koh Lanta.

Para llegar a la isla debimos realizar el viaje Kuala Lumpur – Krabi y desde allí coger una minivan a Koh Lanta que nos costó 400 Baths a persona ( unos 12 euros).

Llegados a la isla descargamos nuestras mochilas en el Phuhaya Bamboo Bungalows, un lugar en el que como bien dice su nombre una fantástica (aunque algo pequeña) cabaña de bamboo, con una fantástica hamaca en su terraza, nos estaba esperando.

Una vez en la isla comenzamos a estudiarla y planear las que serían nuestras próximas excursiones. Descubrimos que la zona oeste estaba repleta de playas, que al sur podríamos encontrar un precioso parque nacional y que en la costa este descubriríamos manglares, residencias de los conocidos como gitanos del mar o antiguas ciudades (su Old Town) serían nuestras principales metas.

Para descubrir y descansar en el lugar decidimos parar aquí durante 10 días, más que suficientes para descubrir y disfrutar de buena parte de los regalos que esta isla tenía por ofrecernos.

Seguramente Koh Lanta no sea el islote con mejores playas del sudeste asiático pero fácilmente se pueda entender que si es uno de las más auténticos y salvajes del sur de Tailandia, un lugar no del todo contaminado por la infinidad de turistas que pueblan las islas vecinas, un rincón en el que pudimos disfrutar, descansar y recargar las pilas para disfrutarlas en el resto de la aventura que aún nos quedaba por realizar…

Kayak por los manglares del este de Koh Lanta

Vicky manglares Koh Lanta

Vicky manglares Koh Lanta

Tras disfrutar de algunas de las más bonitas playas del oeste de la isla, al tercer día de aterrizar en la isla, decidimos disfrutar de unas horas de kayak en uno de los rincones más bonitos del archipiélago.

Situada al noreste de Koh Lanta, en una zona mucho más virgen, salvaje y poco concurrida que al otro costado de la isla, descubrimos un parque de manglares con distintas empresas que parecían organizar paseos en barca o en kayak.

Estudiamos las opciones y descubrimos que cuanto más lejos te encontrases del parque más cara sería la misma excursión (iban de los 600 baths a los 400 baths por dos horas de kayak), con lo que la mejor opción era comenzar en el mismo parque de donde disfrutaríamos de esta actividad.

Y así, tras pagar 400 baths (poco más de 10 euros) por 2 horas de kayak, Vicky y yo disfrutamos de una de las mejores experiencias que esta isla podía ofrecerte.

Kayak por los manglares

El lugar nos hizo subir la adrenalina varios niveles ya que era idéntico a muchos de los riachuelos y manglares que se pueden observar en documentales sobre el amazonas o el río Nilo, el rincón perfecto para que anacondas, pirañas o los más temidos cocodrilos surcasen sus aguas, y pudiesen darnos algún que otro susto…

Personalmente años antes pude descubrir lo importante que puede ser informarse de la fauna que puebla el lugar (sobre todo si es salvaje como este), ya que a punto estuve de ser devorado por cocodrilos de agua salada mientras me daba un chapuzón en las aguas de la isla andamana de Port Blair, por ello ni corto ni perezoso pregunté en varias ocasiones si en el lugar podían encontrarse cocodrilos.

Siempre obtuve la misma respuesta, un no rotundo y distintas sonrisas, con lo que mucho más tranquilos realizamos la excursión, aunque en muchas ocasiones no estuvimos tan seguro de ello…

Eran tantos los manglares, tantas las pisadas en el barro y tan característico y solitario el lugar (éramos los únicos que hacían kayak y en muchos tramos estábamos completamente solos), que muchas veces parecimos escuchar, ver o entender, que no estábamos solos, y aunque disfrutamos de 2 horas fantásticas en el que lo único que nos importaba era el aquí y ahora y la maravilla que teníamos ante nuestros ojos, por fortuna no tuvimos ningún extraño imprevisto.

Aquellas fueron dos de las horas más vividas de mi vida, ya que en todo momento estudiábamos la naturaleza del lugar sorprendiéndonos ante tanta maravilla, activando todos y cada uno de nuestros sentidos para no perdernos nada de todo aquello, una experiencia auténtica en el corazón de la naturaleza en la que el discurrir de nuestra canoa, el frescor de la brisa o el paseo con el que la misma corriente nos obsequiaba, no hacían sino regalarnos más y más vida, marcando a fuego esta experiencia en nuestras memorias.

El parque nacional de Mu Koh Lanta

Otra de las excursiones que merece la pena ser disfrutadas en esta isla es un paseo por el parque nacional de Mu Koh Lanta, en el sur de la isla.

El parque nos ofrece una fantástica ruta por la jungla, descubrir un precioso faro en las alturas y dos de las playas más bonitas de toda la isla, en especial la de Ta Noat Beach.

La preciosa playa de Ta Noat

Tras pagar 420 baths (200 a persona y 20 por la moto), descendimos una angosta pendiente hacia el parking donde dejaríamos la moto. Una vez allí nos acercamos a la costa y descubrimos dos playas a los lados del faro.

Decidimos primero ascender al faro para descubrir y fotografiar las bonitas costas de la isla para más tarde internarnos en la jungla en busca de poder descubrir parte de la fantástica fauna (entre ella la cobra real o los tigres), que puebla el lugar.

La preciosa excursión bordeaba la costa, siendo en ocasiones empinada y ligeramente peligrosa (Vicky a punto estuvo de darme algún susto), regalándonos preciosas vistas a la playa de Ta Noat.

Tras eso nos internábamos en la jungla y un recorrido de 1,7 km nos esperaba…

Un pequeño trekking por la jungla de Koh Lanta

Allí paseamos lo más sigilosamente posible para intentar sorprender algún que otro animal (a poder ser cobras reales en la distancia), pero no tuvimos tanta suerte. Únicamente algún que otro lagarto nos dio algún que otro susto ya que en primer lugar escuchábamos el movimiento y en segundo descubríamos al bicho escondido tras las hojas secas que poblaban la selva. Tras eso y disfrutar de un fantástico paseo a la sombra de aquella salvaje jungla, volvimos para disfrutar de la mejor de las playas del parque.

Ta Noat Beach es seguramente la playa más bonita y salvaje de Koh Lanta gracias a estar flanqueada por la jungla y un precioso faro, y es también la de aguas más cristalinas al estar alejada del bullicio y contaminación del turismo.

Allí disfrutamos refrescándonos mientras sorprendíamos a algún que otro macaco robando comida a los turistas o fotografiábamos la costa y los columpios que hacían de aquel rincón un lugar más bonito aún si cabe.

Poblados y antiguas civilizaciones

Al suroeste y noreste de la isla existían dos poblados de los conocidos como “Moken o gitanos del mar” que pudimos descubrir ligeramente mientras reconocíamos la isla.

Old Town

Los bonitos muelles de la Old Town

Como habíamos leído en varias ocasiones, muchas de estas gentes no quieren ser molestadas (y muy bien que hacen) por los ruidosos, a veces sucios (y muchos otros adjetivos más) turistas, con lo que haciendo caso de lo que habíamos leído, decidimos dejarlos tranquilamente en paz.

También al sureste se encontraba el seguramente poblado más bonito de la isla, conocido como Old Town. Una pequeña ciudad muy cuidada y bonita de estilo oriental (nos recordó a los muelles de Penang) en el que tailandeses y chinos conviven desde hace cientos de años en armonía. Allí intentamos descubrir algún lugar donde comer pero observamos que ya habían llegado aquí las garras del consumismo ya que los precios eran más occidentales que propios de esta región del mundo, y es por ello que nos decantamos por comer nuevamente en uno de los restaurantes más bonitos y con mejores vistas de la isla, el Khao Yai Restaurant, situado en el interior de la isla a pocos kilómetros de la Old Town.

Otro día decidimos acercarnos al pueblo de Saladan (al norte), rincón con el puerto desde donde salen la mayoría de barcos y excursiones al as islas cercanas, descubriendo al final de este (muy cerca del puerto), un cuidado rincón muy parecido a la Old Town que días antes habíamos visitado.

Saladan Town

El resto de lugares habitados de la isla lo forma la amplia red de guest houses, restaurantes, supermercados y hoteles que bordean las playas de Long Beach o Klong Ning y algún que otro resort situado al sur de la isla.

Las mejores playas de Koh Lanta

Playas de Koh Lanta

La isla dispone de una gran variedad de playas bastante parecidas las unas de las otras, rincones de arena sorteados por un lado de bonitas aguas y por el otro de espesa jungla que colorea el precioso mar que las contiene.

Habiendo visitado las (mucho más auténticas y salvajes) islas de Andamán en la India, de aguas realmente cristalinas, corales y peces de los más fantásticos colores, otras como Pulau Kapas en Malasia o Koh Rong en Camboya, y residir en la fabulosa Mallorca con sus increíbles calas, puedo decir con total seguridad, que las aguas de Koh Lanta no tienen mucho de especial, y de no ser por su agradable temperatura, su carácter salvaje y su cercana jungla, poco tendrían que envidiar a muchos rincones más cercanos para nosotros en Europa.

En la isla existen cursos de buceo y excursiones de snorkel, pero se puede apreciar con total seguridad que ninguno de estos cursos o actividades se hacen en estas playas sino varias millas mar adentro o en islas cercanas como Koh Ngai o Koh Muk.

Long Beach

Fantásticos atardeceres desde la playa de Long Beach

Situada al norte, como su nombre indica es una bonita playa con kilómetros de costa y mucha oferta turística, un lugar bastante concurrido pero en el que disfrutar de muchos de sus encantos, como puede ser la espesa jungla que lo rodea o el espectacular atardecer que puede observarse desde su playa.

Aunque en un primer instante me pareció demasiado concurrida, día a día la belleza de esta playa fue cautivándome hasta poder decir que es una de las más bonitas y agradables de Koh Lanta.

 

Nui Beach

Vistas de la playa de Nui Beach

Cueva de Nui Beach

Sorteando la carretera y pegada a Bamboo Beach, unas cuantas motos aparcadas llamaron nuestra atención.

Decidimos parar y así descubrimos un pequeño camino que nos llevaba a una de las playas más salvajes y bonitas de la isla, la conocida como Nui Beach.

Muy parecida a su cercana Bamboo Beach aunque más salvaje y menos concurrida, se encontraba esta playa bordeada de acantilados y jungla y con un bonito bar estilo Robinson Crusoe en el centro de la playa.

Uno de los más bonitos alicientes de esta isla es descubrir la pequeña cueva que esconde una de sus esquinas. Un lugar donde poder echar una buena siesta o sacar fantásticas fotos como hicimos nosotros.

 

Ao KhanTiang Beach

Cercana a Nui Beach, podemos encontrar esta playa, seguramente una de las más reconocidas y fotografiadas de la isla.

Ao Kan Tiang es una playa que no puede pasar inadvertida a cualquier visitante de esta isla, ya que las fantásticas vistas desde sus acantilados y poder disfrutar del atardecer o una cerveza desde los restaurantes que allí se disponen la hace única en su especie.

Muy parecida a Bamboo Beach, el fuerte de esta playa son las vistas desde sus acantilados, ya que al estar concurridas por más turistas, más resorts y bares, en su interior puede perderse mucha de la belleza con que obsequian las vistas desde sus alturas.

 

Ao KanTiang Beacb

Jungla de la playa de Ao Kan Tiang

Llegada a la playa de Ao Kan Tiang

Ao Kan Tiang

Playa de Ao Kan Tiang

La playa más salvaje de la isla, un rincón muy parecido a Nui Beach pero aún más alejado, escondido y poco concurrido. Una pequeña playa en el interior de la jungla con aguas cristalinas y sin bares, restaurantes o resorts, un rincón auténtico y tranquilo desde el que disfrutar de la verdadera Koh Lanta.

 

Ta Noat Beach

La preciosa playa de Ta Noat

La solitaria Secret Beach

Ta Noat Beach

Seguramente la playa más bonita de la isla, también la más apartada y con aguas más cristalinas y la que disfruta de un paisaje más espectacular ya que a un lado la rodea la jungla, al otro un precioso faro, y de frente pueden descubrirse distintas islas cercanas a Koh Lanta.

Para entrar allí se deben pagar 200 Bhats a persona ya que esta playa se encuentra en el parque nacional de Mu Koh Lanta. A nuestro parecer es una actividad que merece la pena ya que no solo disfrutarás de la playa y el faro, sino también de la espesa jungla y las bonitas vistas que rodean el lugar.

 

Secret Beach

La solitaria Secret Beach

En la parte central de la isla, poco antes de coger el cruce hacia las playas del sur, existe un rincón salvaje y desconocido para los turistas que gracias a ello recibe el nombre de playa secreta o Secret Beach.

Para disfrutar de ella es mejor hacerlo con marea alta ya que es una zona con muchas rocas en la que es difícil moverse si la marea esta baja.

Es uno de los rincones más auténticos, desconocidos y tranquilos de la isla, un lugar desde el que sacar el mayor provecho a Koh Lanta.