1 – Devuelve ilusión a tu vida

El desamor duele porque nos desgarra por dentro, hace trizas nuestras ilusiones y proyectos ya que pusimos la meta en el lugar y persona equivocados, pero solo existe un modo de darse cuenta de ello, reaprendiendo a disfrutar de la vida.

Ante la pérdida las personas dejan de sonreír y, aunque pueda parecer complicado, en muchas ocasiones pierden la ilusión por el presente y futuro, enquistándose en una realidad que los mantiene muertos en vida.

Por ello todas las acciones deben ir dirigidas hacia un único objetivo, probar cosas y experiencias para conectar con la vida.

Conectando con la vida recuperaremos su principal combustible, la ilusión, una sensación capaz de devolvernos la alegría, las ganas y la energía para comernos el mundo.

Muchas son y pueden ser las acciones para recuperar el ánimo, y será probando como descubriremos realmente aquello que realmente nos hace disfrutar. Estaremos acercándonos más a quienes somos y a descubrir al amor verdadero…

 

2 – Recupera tu centro

Durante el duelo, elevamos a nuestra ex pareja a un lugar propio de los dioses, sin darnos cuenta de que de existir un Dios en el Olimpo de nuestras vidas, ese deberíamos ser únicamente nosotros mismos.

No nos damos cuenta pero, seguramente orientamos nuestras vidas intentando combatir aquellos que creímos nuestros errores con esa que considerábamos nuestra media naranja. La creemos perfecta, intentamos ver la vida desde su perspectiva, e incluso vivirla de igual manera, sin darnos cuenta de que así, nos alejamos de lo que realmente somos convirtiéndonos en marionetas de alguien que tal vez no tiene nada que ver con nuestros propios ideales.

Debemos darnos cuenta y aprender a pasar página. Saber perdonar y perdonarnos, aceptar que somos la persona más importante de nuestras vidas y volver a hacer humana a nuestra ex pareja. Cerrar puertas y trabajar en nosotros mismos, y muchas pueden ser las acciones. Hacer deporte, dejar de castigarnos, crearnos metas a corto, medio o largo plazo, o agradecer al mundo y a nosotros mismos el cambio interno que estamos llevando a cabo.

Estamos aprendiendo, sacando lecciones de tanto dolor, sin luchar por evitarlo ni obligarnos a esconderlo. De esto trata la vida y siendo nuestra, nuestro debe ser también el centro, la brújula o el timón.

 

3 – Regresa al presente

Cruzando el puente

Si ante el desamor luchamos por trabajar en las primeras dos claves, es seguro que volveremos sonreír y nos daremos cuenta de que creamos una mejor versión de nosotros mismos. Ya solo nos queda una cosa, aprender a pasar página.

Tal vez el principal motivo por el que el desamor duele y dura tanto sea que, ante la pérdida, nos instalamos en un tiempo y una realidad que fue y ya no está, vivimos y disfrutamos del pasado abriendo nuestra mente a los recuerdos y viviendo a través de ellos.

No nos damos cuenta, pero el tiempo pasado no nos dará de comer ni devolverá la sonrisa, no nos damos cuenta pero, aquel tiempo pasado no siempre fue mejor.

Por ello la última etapa hace indispensable volver al presente, sentir y saborear la vida y el ahora de la mejor manera posible, y no existe mejor opción para ello, que hacerlo utilizando todos y cada uno de nuestros sentidos.

Sintiendo el mundo volveremos a él, descubriremos todo lo que aún tiene por regalarnos y también todo lo bueno que nosotros le podemos devolver. Disfrutando de la vida volveremos a sentir amor, pero un amor muy distinto a eso que podíamos considerar amor verdadero…

Uno que nada tiene que ver con una única persona, un único proyecto o ilusión. Algo mucho más grande, un sentimiento que contiene infinidad de personas en modo de familia, amigos, parejas e incluso mascotas, pero también muchas experiencias como pueden ser viajes, excursiones o actividades. Un amor que supone también sentir la vida y el presente, respetar y cuidar el mundo para sacar el mayor jugo de todo ello, un lenguaje con el comunicar con la vida para descubrir y disfrutar de la verdadera felicidad.