Meteora es seguramente, uno de los lugares más especiales del mundo, tras descubrirlos podemos decir que es una razón más que suficiente para visitar Grecia, una maravilla que une la naturaleza con el ingenio del ser humano para crear uno de los rincones con más magia del planeta.

Meteora, un lugar mágico

Meteora significa “rocas en el aire” y son sus enormes formaciones rocosas quienes la han hecho adoptar este nombre. Buena parte de su magia se la debe a estas rocas, más propias de terrenos fantásticos de películas como Avatar o Parque Jurásico que de nuestro común mundo conocido, un ambiente único que te hace sentirte en otro planeta, pero, esta característica es solo uno de los elementos que la hacen única, la otra serían sus monasterios, los monasterios de Meteora, conventos ubicados en las inaccesibles alturas de estos enormes peñascos, también conocidos como monasterios suspendidos en el aire…

Observarlos e imaginar cuál sería su pasado e historia, hace entender que la magia no solo es propia de la naturaleza o de los dioses, sino que buena parte de ella es capaz de crearla el propio ser humano ya que aquí, en rocas a cientos de metros de altura a las que difícilmente pueden ascender los mejores y más preparados escaladores, desde inicios del siglo XIV diferentes monjes establecerían sus monasterios, intentando alejarse de toda vida mundana y acercarse más al creador, a la vez que su imposible localización y acceso, los hacían inexpugnables e inaccesibles a guerreros y conquistadores, alejándolos también de toda esa locura y frenesí propia del hombre, creando guerras y saqueos en ansias de poder, riqueza y gloria.

Monasterio de la Santísima trinidad con vistas al pueblo de Kalambaka

Los monjes de meteora, seguramente también expertos escaladores, crearían hace siglos las bases de estos fantásticos recintos, y sería mediante un sistema de poleas muy ingenioso, sin la existencia de las actuales cómodas y útiles escaleras, el modo en que obtendrían los materiales y piedras que formarían sus muros, la comida que llenaría sus estómagos e incluso el acceso a nuevos monjes que crearían sus congregaciones.

Monastario del Gran Meteoro

El primero de los monasterios sería el conocido como el Gran Meteoro o de la Transfiguración, situado a 613 metros de altura y creado por el Atanasio, el fundador de estas maravillas, tras ser expulsado del monte Athos. Esta abadía esconde una preciosa iglesia bizantina que atesora las reliquias de su fundador y muchos frescos multicolores que relatan las persecuciones y martirios a los que serían perseguidos los cristianos y buena parte de los monjes que poblaban Meteora.

Y de este modo, el paso del tiempo, la avaricia y falta de entendimiento del ser humano, llevaría a destruir buena parte del conjunto de monasterios que poblaban todos y cada uno de estos enormes peñascos, y de los 24 monasterios que llegó a tener en su día, hoy solo 6 están activos, pocos, pero más que suficientes para apreciar este espectáculo más propio de la fantasía de otros planetas, pero único y perteneciente a nuestro propio mundo, los monasterios de Meteora.

Monasterio de Varlaam

Pronto serían nuestros sentidos a agradecer las vistas, características e incluso el aroma de este rincón del mundo, disfrutando de diferentes exploraciones y escaladas no solo a los monasterios activos de Meteora, sino también a buena parte de sus cuevas y restos, llegando incluso a descubrir monasterios escondidos y de difícil acceso, que convertirían a este lugar en uno de esos “privilegiados” que se quedan grabados a fuego en nuestras memorias, unos paisajes y una realidad que aún hoy, varios días después de este descubrimiento rellenan y dan forma a muchos de mis sueños…

Comenzaba nuestra aventura por uno de los lugares más mágicos del planeta.