Unas cuantas horas de tren nos separaban de la espectacular Varanasi, la ciudad habitada más antigua del mundo, un lugar en el que la muerte viene venerada, las vacas, búfalos y cabras pasean cuál habitante del lugar e infinidad de Sadhus (santones indios) hacen comprender que ni son carnavales ni nos encontramos en otro planeta, simplemente hemos llegado a la ciudad sagrada (con mayúsculas) de la India.
Hace cuatro años quedé tan impresionado por el lugar que también en esta ocasión (acompañado de Vicky) decidí volver a disfrutar de sus Ghats (escaleras que dan al rio) y centro histórico atiborrado de callejuelas, tiendas, santones y vacas. Cómo también sabía cuál era la zona desde la cuál disfrutar más de su belleza, reservaría el mismo hotel que hace 4 años, el Leela Guest House, en plenos Ghats con terraza y vistas al río Ganges.
Creo que Varanasi reune como ninguna otra ciudad la esencia de la India y debe ser una visita obligada a cualquier turista que se acerque a este país. Encontrarás trafico, vacas, templos, rituales, santones, bodas, suciedad, historia, procesiones, gente bañandose, bailes, y la tal vez característica más importante del lugar, las cremaciones en vivo y en directo..
Nada más llegar nos dirigimos al hotel para reposar los culos (viajar en sleeper es bastante cómodo pero si son muchas horas llegas a notar los inconveninete de dormir sobre una tabla), darnos una ducha y bajar a flipar con la increible realidad de los ghats de Varanasi.
El térmiono Ghat (acabo de mirarlo en wikipedia) hace referencia a los rituales que se realizan en las escalinatas que dan al rio Ganges, el más sagrado de la India. En Varanasi este lugar se caracteriza por contener palacios y templos, la mayor parte de la historia de la ciudad y una cantidad de vida y de colores tan inusuales e increibles que pasear por allí da realmente la sensación de estar deambulando por Marte.
Nada más bajar las escaleras, mires al lado que mires, encontrarás personas de todos los colores, Santones fumando marihuana o realizando rituales (normalmente con ceniza, colores y humo), búfalos, pastores, mierda seca 8la usan como carburante), bodas hindús del tipo las mil y una noches, gente bañandose o nadando en (segurameente también) uno de los ríos más contaminados del mundo, ropa secándose o siendo lavadas, barcos y canoas, chais, vacas, cremaciones, leña…hay casi de todo y por fortuna una de las cosas que no hay (por increible que pueda parecer en la india) es tráfico.
La guest house donde nos encontrabamos se situaba en el Manasarovar Ghat, uno delos Ghats centrales de la ciudad, tras el descanso se acercaba la hora del atardecer así que decidí acercarme hasta el Ghat de Manikarnika, el lugar de las cremacioens, la zona más representativa de Varanasi.
Me encantó disfrutar de las vistas y recordar como hace años admiraba cada rincón del mismo modo que ahora lo parecía admirar Vicky. Dimos un buen paseo fotografiando casi todo cuanto veíamos y algún que otro sadhu a escondidas ya que siempre piden dinero. Pregunté también por el coste del paseo en barca para hacerme una idea de cuál era el precio justo que gastaríamos al día siguiente y finalmente llegamos al Ghat de la muerte.
Manikarnika Ghat
En Manikarnika se sucedían diferentes funerales, pedimos permiso para pasar y fuímos a observar la zona -sin sacar fotos- de las cremaciones. Expliqué a Vicky aquello que me explicaron hace unos cuantos años a mi. La zona de cremaciones esta gestionada por los Daliths o intocables, la considerada casta más baja de la india, ellos controlan horarios, funerales, piras, asistencias y lo tal vez más rentable, la venta de leña para quemar al difunto…
Según lo que nos explicaron años atrás a Elio y a mi, ser quemado en Varnasi era un privilegio ya que “echar tus cenizas al ganges” te liberaba de la eterna rueda de las reencarnaciones, ser quemado aquí viene considerado algo parecido a un atajo hacia el cielo y es por eso que todos los hinduístas quieren terminar incinerados en este lugar, pero entre otras cosas, esto también tiene un precio, el de la leña y su peso.
Aunque pueda sonar raro así era, la leña viene pesada (se pueden observar diferentes balanzas en el lugar), y también existen diferentes tipos de leña, las hay que duran más tiempo (más caras) y que duran menos (baratas), y de este modo también en la india los funerales parecen ser uno de los más lucrativos negocios. En Europa el tipo de madera preserva al muerto de la humedad y el frío (que sinsentido) mientras en la India alarga el ritual fúnebre del difunto.
Tras pasear y observar la ciudad y disfrutar de unos buenísimos momos en un restaurante cercano a la ciudad nos dirigímos (callejeando por el precioso centro) a descansar al hotel.
Al día sigueinte disfrutamos más de las callejuelas del centro, un laberinto situado en la parte superior de los ghats (encima de las escaleras) con gran infinidad de negocios característicos tanto por sus colores, mercancia o posición de los mismos, una especie de agujeros prácticados en la pared donde el vendedor se sienta en posición de flor de loto.
Al volver al hotel le comenté a Vicky la cantidad de monos que se encontraban en las cercanías, se les podía llamar a que se acercasen e la ventana y en el caso que fuersemos nosotros quienes saliesemos a la ventana a por ejemplo comer algo, serían ellos quienes se acercasen a dejarnos sin comida, muy graciosos los monos de Varanasi, pero mejor lejos…
Por la tarde de vuelta a los Ghats donde ya habíamos tratado un precio para disfrutar de un bonito paseo en barca al atardecer cerca de la zona de las cremaciones, después el plan era disfrutar de las vistas desde la azotea del hotel con comida take away.
Quedaban pocos días para abandonar la India y Varanasi parecía el lugar perfecto para grabar toda su esencia en la memoria, tras 4 días disfrutando de un lugar sin igual, otra pequeña paliza en Sleeper nos acercaría a Calcuta y, como no teníamos hotel reservadoy nuestro viaje trataba de aventura, la última noche en Varanasi la utilizariamos para estudiar y hacer realidad nuevas posibilidades…
Ideas, palabras, intereses, ilusiones, google, google maps y una sencilla suposición lógica nos decía que al encontrarse Calcuta en la región de Bengala, lugar donde se encontraba también un famoso tigre… ¿existíria un lugar desde donde poder observarlo? Sería en este objetivo en el que centrariamos nuestras búsquedas.
El resultado fue descubrir un área llamada Sundarbands, el bosque más grande de manglar del mundo, área protegida que se extiendía desde la India a Bangladesh, lugar de residencia del famoso tigre de Bengala, la King Cobra y el gran cocodrilo indio (entre otros), nuestra próxima parada y una (la primera) cagada en cuanto a preparativos se refiere ya que sin darnos cuenta estabamos infringiendo una de las reglas más importantes de un buen viaje polr la India, tomarse las cosas con calma.
Si te ha gustado el post, tal vez pueda interesarte conocer de primera mano el viaje que reflejé en mis diarios en Aventuras en el Sudeste Asiático y la India.