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Hace casi tres años, me tocó vivir un momento de esos que normalmente suelen denominar de duelo. Me monté tal película en la cabeza que realmente sentí lo que podía significar el sentido (o la pérdida de sentido) de la vida.

Ante tal bloqueo, falta de ilusión, apatía y dejadez, busque soluciones. La energía no era fiel compañera, así que debía hacer algo, lo que fuese, con o sin ganas, necesitaba un cambio.

Bastante quemado por la rutina en que convivía en aquel pasado, decidí dejarlo todo para realizar mi primer viaje en solitario. Necesitaba recuperar ilusión, mirar a la vida con otros ojos, aventura, cambio, por todo ello elegí escapar un tiempo a la India. Ya tenía la idea, me faltaba lo más difícil, pasar a la acción.

Era un cambio tan grande que, sentí que necesitaba algo más para llevarla a cabo. Podía ser una frase, un comentario, una experiencia, o hasta un golpe en la cabeza, necesitaba algo me hiciese decidirme, comprar los billetes y volar.

Por todo esto me puse a buscar y buscar, hasta que, una frase, me hizo entrar en skyscanner, elegir las fechas y pilar un billete de ida y vuelta para 3 meses a la India.

La frase la encontré en la experiencia de la mujer que relato a continuación.

Bronnie Ware, una escritora australiana que trabajó por muchos años junto enfermos terminales, observó e ilustro un documento en el que relataba las 5 cosas más importantes de las que los enfermos se lamentan antes de pasar al otro mundo.

Bronnie le preguntó a sus pacientes acerca de las cosas que hubieran hecho de modo diferente en sus vidas y “una y otra vez surgieron temas comunes”, explica. Tras sus respuestas decidió escribir un artículo y publicar cuáles fueron los cinco temas más comunes de arrepentimiento.

1) Ojalá hubiese tenido el coraje para vivir una vida auténtica por mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí.

El punto en el que todos coincidian, la preocupación principal, era esta: No se arrepentían por aquello que habián vivido, sino por aquello que no habián tenido el coraje de vivir.

Es el auto reproche que más ha escuchado Bronnie Ware. “Cuando la gente se da cuenta de que su vida está casi terminada y mira hacia atrás con lucidez, es fácil ver cuántos sueños quedaron truncados. La mayoría no ha realizado ni siquiera la mitad de ellos y debe morir sabiendo que se debe a las elecciones que no ha hecho por falta de coraje”.

En el famoso libro de Tolstoi La muerte de Ivan Illich, su protagonista Ivan relatá en primera persona esta, su mayor preocupación, ante una muerte inminente.

2) Ojalá no hubiese trabajado tanto

Es el remordimiento masculino por excelencia. “Todos los hombres que atendí lamentaron profundamente haber empleado la mayor parte de sus vidas en la rutina laboral”, dice Ware. “Se perdieron la niñez de sus hijos y la compañía de sus esposas”.

3) Me hubiese gustado tener el coraje para expresar mis sentimientos

“Mucha gente reprime sus sentimientos para mantenerse en paz con los demás. Como resultado de esto, se instalan en una existencia mediocre y nunca llegan a convertirse en lo que verdaderamente son capaces de ser. Muchos desarrollan enfermedades relacionadas con la amargura y el resentimiento que arrastran por este motivo”, explica Bronnie Ware.

4) Lamento no haberme mantenido en contacto con mis seres queridos

Frecuentemente se valora las amistades no suficientemente cultivadas cuando se toma conciencia de que ya no habrá tiempo de hacerlo. Como lo explica Ware en su libro, “muchos han quedado tan atrapados en sus propias vidas que han dejado amistades de oro perderse a través de los años”. “Vi un muy profundo remordimiento por no haber brindado a esas amistades el tiempo y el esfuerzo que merecían. Todos extrañan a sus amigos cuando se están muriendo”, cuenta.

5) Desearía haberme permitido ser más feliz

De la observación de sus pacientes, la autora saca esta conclusión: “Muchos no se dan cuenta hasta el final de quela felicidad es una elección. Se han quedado trabados en viejos patrones y hábitos. (…) El miedo al cambio los ha llevado a fingir ante los demás, y ante sí mismos, que eran felices. Cuando en su interior ansiaban poder reírse con ganas y tomarse la vida con humor”.

Ahora que aún tenemos tiempo para vivir la vida en plenitud ojalá tomemos estos temas como una auténtica lección, cómo un legado, 5 mandamientos a tener en cuenta dentro de una vida, no cuando llegué a su fin.

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saludos a tod@s!!