Rumanía, Tras la sombra de Drácula
Rumanía es el país de los Cárpatos, el reino de los vampiros y la región de Transilvania, un lugar de misterio y leyenda con un largo y sangriento pasado. Es esta la tierra de Drácula, el vampiro de novela y su personaje real pero, ¿Dónde se funde la realidad con el mito?
Todas las pistas conducen a estas tierras de imponentes Castillos, escarpadas montañas, mágicas leyendas y monstruos legendarios.
Hoy todos conocemos a Drácula gracias a la famosa novela pero, en la vida real Vlad Dráculea fue un príncipe del siglo XV que llegó al trono con tan solo 17 años para convertirse en uno de los gobernantes más sanguinarios y despiadados de la historia. Para conseguir infundir el miedo entre sus enemigos e instaurar el orden en su región, recurriría a una de las más retorcidas prácticas de la época llevándola al extremo, ganando con ello el sobrenombre de Tepes el empalador, que le acompañaría por el resto de sus días.
El tiempo ha intentado destruir gran parte de su legado pero, querido por muchos y temido por otros, fue tan grande su herencia que aún hoy se conservan pruebas del que sería su reinado de terror.
Cuatro siglos más tarde un escritor irlandés de nombre Bran Stoker, resucitaría a este príncipe para convertirlo en rey y, no uno cualquiera sino en el rey de los vampiros.
Se cree que Stoker jamás pisó tierras rumanas pero una cosa segura es que las estudió en detalle ya que, no sólo devolvería a la vida a uno de los gobernantes con mayor sed de sangre de la historia de la humanidad sino que, lo haría en el reino de los Strigoi, los vampiros rumanos, seguramente el único lugar en la tierra donde aún hoy se cree en la existencia de estos no muertos bebedores de sangre. También nos haría conocedores de una región, la de Transilvania, lugar en el que realidad y ficción se unen para poder disfrutar y volar por aquellos rincones ocultos en nuestra imaginación.
Tanto atraparía Drácula a su creador que hasta se cuenta y es un hecho verificado por su familia directa, que poco antes de morir el mismo novelista, sobresaltado y mirando a través de la ventana, gritó: ¡Strigoi, strigoi! ya están aquí, vienen a por mí…
Una realidad que seguramente le acompañó a la tumba ya que extraña y contrariamente a las creencias y rituales de la época, el novelista pidió ser incinerado evitando así que su cuerpo pudiese ser corrompido por algún sucesor de ese monstruo que él mismo había creado…
Cuentan que la realidad en ocasiones es más fuerte que la ficción y así parece ocurrir en esta región de terror, un sentimiento que unido a nuestra ilusión, ha creado realidades como la de este viaje que en Julio de 2017 nos decidimos a emprender, intentando explorar y descubrir muchos de los mitos de este país de leyenda.
Si quieres descubrir el misterio pincha en la imagen y disfruta de nuestra guía.