Llegábamos a Hua Hin y no sabíamos muy bien que esperarnos.

Habíamos leído que el lugar era el preferido por los tailandeses de Bangkok para establecer su segunda residencia, debido en parte a su proximidad (algo más de 2 horas en coche), sus arenas blancas y lo cuidado del lugar.

Las playas de Hua Hin

Pronto nos daríamos cuenta de ello, apreciando que Hua Hin era un lugar bien parecido a Chiang Mai por ocio y cantidad de bares y locales de masajes, pero con playa, muchos menos templos, y tan cuidado, que difícilmente creías encontrarte en este país.

Llegábamos por la tarde y antes del anochecer decidimos disfrutar del lugar, haciéndolo desde uno de sus rincones más preciados, el Night Market.

El Night Market de Hua Hin

Quedaba a pocos metros de nuestra Guest House con lo que pronto nos acercamos allí, descubriendo un bonito y cuidado mercado con muchos restaurantes y puestos de mariscos, artesanía e incluso ropa, y muchos, muchísimos blancos…si hubiera habido algo de nieve y en vez de marisco fuesen salchichas, bien podríamos sentirnos en algún mercado navideño en Alemania…

Pensábamos que el turismo no había llegado aquí pero, nos equivocábamos en gran medida.

Restaurantes nocturnos en Hua Hin

Al día siguiente comenzamos por las playas, observando en parte lo que ya habíamos apreciado el día anterior, blancos y más blancos, pero disfrutando al apreciar otro tipo de blanco, el de las arenas de sus playas. Un espectáculo precioso en el que decidimos quedarnos hasta bien entrada la tarde.

Nos quedaba otro día en Hua Hin antes de volver a la preciosa Bangkok, día que decidimos disfrutar de más playa, y más mercados, intentando mientras tanto estudiar nuestros próximos movimientos por el norte de otro país que estábamos seguros daría muchísimo de sí, Vietnam…muy pronto estaríamos allí.