Antes de llegar no sabíamos muy bien que esperarnos de tan fantástico lugar. Las fotos encontradas en la web eran fabulosas, poco o nada tenían que envidiar a la bahía de Halong, y pensábamos, que de acompañarnos el buen tiempo, seguramente nos sorprendiese aún más que la reciente Halong y la isla de Catba.

Y así sería…

Tam Coc desde el rio

Nada más llegar el autobús nos dejaría en nuestro “hotel”, la Tam Coc HomeStay, un precioso rincón escondido bajo los inmensos peñones de Tam Coc, muy parecidos a los encontrados en la bahía de Halong.

Pero el espectáculo era si cabe, más maravilloso debido a los preciosos e inmensos arrozales que poblaban la zona, de un verde tan intenso que nada tenía que envidiar a las aguas del mar de China de la bahía.

Vistas del río de Tam Coc desde Mua Cave

Un mar de arrozales entre las inmensas montañas

El primer día dejamos las cosas y nos acercamos a TamCoc para descubrir el precio de una de las actividades que si o sí, debíamos hacer, el paseo en barca entre los fantásticos arrozales.

Estaríamos tres días en este pueblo de cuento, con lo que decidimos que el tour lo haríamos al día siguiente por la tarde, poco antes del atardecer.

Otra de las actividades que queríamos realizar era subir a la Mua Cave, un lugar que tiene nombre de cueva pero es más bien un fantástico mirador desde el que apreciar uno de los (desde nuestro punto de vista) lugares más impresionantes del mundo…

En la Mua Cave había una pequeña cueva llamada la cueva del tigre, pero no tenía ningún aliciente, el aliciente estaba arriba, y las empinadas y complicadas escaleras de la ascensión nos hicieron comprender que no sería un camino de rosas…

 

Más vistas desde la Mua Cave

 

Tras subir gran cantidad de escalones, el camino se bifurcaba convirtiéndose en dos, uno hacía una colina algo más pequeña y el otro hasta la cima más grande. Decidimos empezar por el pequeño y bien hicimos, ya que las mejores vistas las habíamos reservado sin saber para el final.

Bastante fatigados comenzamos a descubrir que la subida y la entrada (100000 dongs a persona, unos 4 euros) habían merecido y mucho la pena. Desde aquí podíamos observar la postal más reconocida de Tam Coc, la foto perfecta que definía a este lugar como uno de los más maravillosos de Vietnam y todo el sudeste asiático.

Escaleras de ascensión en la Mua Cave

Preciosas vistas desde lo alto de Mua Cave

Disfrutamos del espectáculo haciendo muchas fotos y recordando el parecido a la preciosa Meteora de Grecia, que pocos meses antes habíamos descubierto. Tocaba bajar, comer algo y acercarnos a la otra maravilla que pronto descubriríamos, las vistas de la “bahía de Halong terrestre” desde el precioso río que recorría las montañas…

Una experiencia inolvidable que se parecía bastante a la realizada días atrás en Halong Bay en kayak, aunque esta vez el kayak era una barca que no dirigíamos nosotros, sino una barquera que remaba con los pies y no con las manos, las cuevas eran más largas y sorprendentes e incluso las montañas, la vegetación y los arrozales, formaban un espectáculo que parecía sacado de algún cuento, algo más parecido a mundos del señor de los anillos que al planeta tierra que conocíamos y nunca nos deja de sorprender.

Esta sería una de nuestras barcas

Surcando preciosas cuevas bajo las montañas

¡Que vistas!!

Estábamos encantados con este lugar y sus paisajes, y el último día lo dedicamos a caminar y descubrir rincones desconocidos perdiéndonos en moto primero y después a pie, entre los bonitos pueblos y pagodas, arrozales y montañas, confundiéndonos con sus gentes y sintiéndonos orgullosos de formar parte de este bonito espectáculo de la naturaleza.