En este camino de aprendizaje en el goce de la vida, disfrutas del presente y usas el pasado para mejorar tus futuros ahoras, este es el secreto de la felicidad, parece fácil, pero es un ejercicio de constante lucha y entrega…

Disfrutando del presente, pocas cosas me hacen más feliz que sonreír cuando no viene a cuento sintiéndome feliz en mi presente, sintiéndome contento en mi transformación, creando mi nueva versión, inventando realidades aunque muchas seguramente no me lleven muy lejos, riendo de mi mismo, sintiéndo una sana locura, recordando disfrutar. En todo esto hay una persona, a quien debo tratar lo mejor posible, a quien debo hacer feliz, con quien debo pasar buenos momentos, a quien debo ayudar a crecer, mi compañero de viaje…

Cómo hablaremos más adelante, pocas experiencias pueden asemejarse más a la vida en sí cómo el viaje, sus aventuras, paradas, experiencias, caminos, compañeros, alegrías o amarguras, viajando uno vive, viviendo uno viaja, se mueve, ve, saborea, descubre, estudia, ama, pierde, gana, conoce…cualquier palabra puede llevarte a otra, y la simple palabra o el conjunto de ellas te lleva a una, esa palabra es la vida.

Varias veces en la vida he podido reconocer a mi compañero de viaje, a mi mismo, cómo alguien real, alguien a quien muchas veces no sabemos tratar cómo merece.

Hace algunos meses, debido a la amarga situación emocional con que convivia, decidí alejarme de todo y de todos para estar más con mi mismo. Tras meses de lucha interna por tomar una decisión, compre un billete de ida y vuelva a la india. Deje el trabajo hice la mochila, y salí a lo desconocido con una única intención, conocerme mejor a mí mismo.

Tal vez me falto tiempo, el hecho es que no es tarea fácil conocerse bien a uno mismo cuando tal vez durante mucho tiempo ibas con el piloto automático dirigiendo tu barco hacia un destino que no en totalidad pero sí en gran medida era un destino creado por “otros”.

Lo que si empecé a observar es a mi compañero de viaje, alguien que me acompañará siempre y la persona a quien debes intentar querer sobre todas las cosas (en modo que puedas querer realmente a otras personas). Observe cómo ante las dificultades, tenía dos opciones, cabrearme conmigo mismo o cambiar la perspectiva.

En un viaje en solitario de más de dos meses en territorio desconocido, podréis entender cómo antes de darme cuenta, reconociendo a este compañero que viajaba conmigo, la opción elegida era siempre el cambio de perspectiva. Esta era la opción más adecuada para disfrutar del viaje, con ello me di cuenta de algo que muchas veces me había pasado desapercibido.

Por muy bloqueado que estes, un viaje te devuelve a la vida, el instinto de supervivencia vuelve a activarse, y lo quieras o no, luchas por tu espacio en este mundo…

Es ahí, luchando por no aburrirte, luchando por conocer, dándote cuenta de tu soledad ante la vida, de la soledad de los demás, es ahí cuando debes optar por hacer sonreír a esa persona que te acompaña y busca ser feliz. Ese recuerdo de niño y no tan niño, esa persona bien o mal tratada, esa persona con tantos y distintos sentimientos, que ha debido hacer frente a tantas dificultades y jamás te ha dejado de lado, es ahí cuando descubres a tu compañero de viaje, y es desde ahí desde donde debes empezar, si buscas sentir, amar, disfrutar, y dar, date primero a ti mismo. Sientéte, amate, perdónate, disfruta de ti, date tu tiempo, vive contigo, conócete, ríe de ti mismo y haz más agradable este viaje que es la vida, haz volar la esquizofrenia dentro de ti para separar tu yo físico de tu yo psíquico, para recordar aquel niño que un día fuiste, para recordar sus sueños y esperanzas, daté cuenta que sois uno y él esta siempre a tú lado, sepárate para unirte más que nunca y disfruta mejorando a su lado.

 No son las cosas, sucesos o personas las que nos hacen sentir mal, sino lo que nos decimos a nosotros mismos sobre estas cosas personas o sucesos.

Epicteto

No es fácil saber dirigir las emociones, pero si es más sencillo poder controlar los pensamientos que las desencadenan o modificar la perspectiva en modo de hacer de este viaje en que vivimos, un viaje agradable. Reconoce no jamás has estado sólo, hay alguien dentro de ti, en quien, si consigues creer y quererlo, puede hacer de este viaje que es la vida, el viaje que soñabas.

Conócete a ti mismo.

Tales de Mileto.

Puede resultarte fácil seguir el consejo de Tales de Mileto, puede no serlo tanto (este es mi caso), el hecho es que es necesario si quieres poder ser tú el capitán del barco en que viajamos y no los hechos que, en muchas ocasiones escapan de nuestro control.

Quiérete observándote, haz equipo con tu compañero y dirige tu vida haciendo que todo éxito sea vuestro éxito y tú y sólo tú tengas la primera y la ultima palabra. Lo agradecerás, te lo agradecerás!

Cómo se observa en el siguiente video, tu puedes crear la realidad que eliges, tú, eres la persona más importante de tu vida, confía en tí y si lo has dejado algo de lado, comienza o continua a quererte en un modo más sano, puedes ser y sentir cómo tu lo desees depende unicamente de tí.